25 agosto, 2023

¿Cómo funciona tu piel?

1. La epidermis.

La epidermis es la capa más externa de nuestra piel. Debajo se encuentra la dermis y luego el tejido subcutáneo o subdermis. La epidermis está formada por capas y capas de células epiteliales. Estas células epiteliales están formadas por células dérmicas muertas y pigmento; las células epiteliales se mantienen unidas mediante un aceite ceroso llamado sebo. El objetivo de la epidermis es proteger la dermis del daño y darle a nuestro cuerpo una capa impermeable, para que podamos hacer cosas, como nadar y bañarnos. La capa protectora superior de la epidermis se llama microbioma.

2. El microbioma.

El microbioma o manto ácido es el nivel de pH natural en el que el sebo se asienta sobre la superficie de la piel. Este nivel de pH varía de persona a persona. El cuerpo sabe qué pH óptimo necesita para mantenerte mejor protegido. Contiene bacterias buenas que combaten los microbios con los que entra en contacto la piel.

¿Entonces cómo funciona la cosmética?

El objetivo de la cosmética debería ser siempre nutrir la barrera cutánea (la epidermis). Si es así, entonces el proceso regenerativo normal de la piel puede tomar el control. La piel se autohidratará (a través del sebo), se autoexfoliará (a través de un proceso llamado descamación) y se autoprotegerá (a través del microbioma), que neutraliza bacterias y patógenos y se autocura. Cuando no pasa por este proceso natural, surgen los problemas.

¿Qué tipos de cosméticos NO permiten que la piel funcione en su estado natural?

Cualquier cosa que cambie el pH.

¿Qué cambia el pH?

Jabón, alcoholes, agua, emulsionantes, enzimas, AHA, BHA, retinoles, vitamina C y prácticamente todo lo que te pondrías en la cara.

¿Qué no cambia el pH?

Aceite.

Entonces, ¿qué aceites debo utilizar para equilibrar mi pH?

Si estás atrapada en un callejón sin salida con la cosmética y sientes que necesitas encontrar de nuevo el equilibrio en tu piel, haz exactamente esto. Restablece tu microbioma con una rutina de aceites libre de agua y alcoholes. Empieza por eliminar todo de rutina y utiliza un aceite limpiador puro, que puedes complementar con un humectante 100% de aceites.