Encuentra aquí tu cepillo ideal.

Retomemos la buena costumbre de cepillarnos el pelo a conciencia, es un gesto que hacemos todos los días de forma rutinaria y casi no se le da importancia. Sin embargo, cuenta con muchos beneficios y es un paso de belleza fundamental para realzar tu cabello y reavivar su suavidad y brillo.

El buen cepillado es un gesto imprescindible para la limpieza natural del cabello y para la exfoliación del cuero cabelludo. Al cepillar las cutículas en la misma dirección, hacia abajo, el pelo queda más pulido y con más brillo. Entonces más suave, más sano, con más brillo y (¡sorpresa!), más fuerte, ya que activamos el riego sanguíneo y con ello estimulamos la circulación, lo que afecta directamente a la salud, vitalidad y fuerza de nuestra melena, ¿Se puede pedir algo más para tener pelazo?

Descubre tu cepillo ideal y conoce las claves para un cepillado de calidad:

Cepillo de madera natural con cerdas de jabalí y púas de nailon. 

El cabello fino que tiende a estar seco, los lisos u ondulados, preferirán un cepillo de cerdas suaves. Los cepillos de cerdas de jabalí son ideales, ya que el cabello fino necesita desenredarse con frecuencia para evitar que se enrede en exceso. Los cepillos de cerdas naturales tienen la ventaja de no debilitar el cabello y permiten cerrar la cutícula del cabello para potenciar su brillo. Además, sus púas de nailon limitarán la electricidad estática. Este cepillo te dejará el cabello suave y muy brillante.

El cepillo de madera con púas de nailon.

Los cabellos gruesos, rizados o que tienden a engrasarse en la raíz preferirán un cepillo con cerdas de nailon. Las cerdas naturales corren el riesgo de apelmazar el cabello y volverlo más graso, mientras que las cerdas de nailon son ideales. Su flexibilidad, desenredan el cabello sin dolor.

Es recomendable cepillarse el cabello periódicamente para que el sebo que se adhiere a las raíces se distribuya por toda la longitud y así quede protegido.

El peine en acabado carey.

Un peine eficaz para desenredar suavemente el cabello enseco o húmedo sin esfuerzo. Es ideal para cabellos rizados, no desestructurará tus rizos y reducirá el encrespado. También puedes usarlo para distribuir los productos de acabado de manera uniforme por toda la melena.

Cualquiera que sea la naturaleza de tu cabello o su longitud, es fundamental cepillarlo regularmente, al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche, y con un cepillo de buena calidad. Usar un cepillo de mala calidad puede debilitar tu cabello, volverlo quebradizo, encrespado y dañar tu cuero cabelludo. Un cepillo es un objeto sencillo y, sin embargo, muy precioso. ¡Tu cabello te lo agradecerá!